

¿Por qué Duna del Sol?
Duna del Sol recibe su nombre de las dunas de Chipehua, un paraíso poco conocido en Oaxaca donde el desierto se encuentra con el mar. Allí, el viento al chocar con los granos de arena crea una melodía única en tono de Sol, un fenómeno natural que ocurre en ciertas dunas del mundo y que convierte al paisaje en un escenario vivo. Ese misterio, donde naturaleza y sonido se entrelazan, inspira cada gota de nuestro mezcal.

La Leyenda de Duna del Sol
Mezcal Duna del Sol nace de la leyenda de un maestro mezcalero que, después de años recorriendo Oaxaca en busca de los mejores agaves silvestres, creó su obra maestra: un mezcal con notas únicas que reflejaban la esencia de la tierra Oaxaqueña. Para celebrar su creación, llevó la botella a las dunas de Chipehua, que era su último destino y donde el viento crea una melodía en la nota "Sol" al rozar la arena. Sin embargo, una ráfaga de viento hizo que la botella rodara y se perdiera entre las dunas, y a pesar de su búsqueda incansable, el maestro nunca logró recuperarla.
Años después, un viajero que exploraba las dunas de Chipehua encontró un pequeño oasis y descubrió la botella verde que flotaba en el centro de la pequeña concentración de agua. Al probar su contenido, habitantes de un pueblo cercano reconocieron que se trataba del mítico mezcal perdido, una bebida excepcional que había sido conservada por el tiempo y la naturaleza. Este descubrimiento dio vida a una leyenda que conectaba la destreza del maestro mezcalero con el misterio de las dunas.
Hoy en día, Mezcal Duna del Sol rinde homenaje a esa historia. Replicando la botella verde y el mezcal que se perdió en las dunas, captura la pureza de los agaves silvestres y la magia de un lugar donde el viento canta. Es una bebida que, más allá de su sabor, celebra la conexión entre la tierra y la naturaleza, invitando a quienes la prueban a experimentar la leyenda.